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Paco Rivas

Bombero (y Ayuda humanitaria)

(Ledigos, Palencia. 1958)


Estudia en un colegio de curas de Saldaña, a unos 20 km de Ledigos (localidad de menos de 100 habitantes y camino de Santiago). Ledigos también está a unos 25 km de Carrión de los Condes. Este es el entorno en el que crece Francisco Pérez Rivas (Paco Rivas), que entre sus trastadas infantiles cuenta que ‘robé unas cerillas de casa, y sin querer, prendí fuego a un pajar y la casa colindante’ (debió ser una premonición inversa, se dedicaría a apagar incendios).


A la vuelta de la mili, sin trabajo, decide opositar a guardia civil y a bombero. Tras aprobar ambas, de lo primero ‘no se ve’, y lo segundo ‘no le hace chiste’, pero accede a Bomberos de Palencia en febrero de 1981, y con el tiempo le va cogiendo gusto (y pasión), llega a ser Cabo.


En 2002, se siente atraído por las emergencias humanitarias, y acude al desastre del ‘Prestige’ (nunca mais), y partir de ese hecho es nombrado presidente de la asociación GEBOCYL (Grupo de Especialistas Bomberos de Castilla y León) en 2003, hasta 2011.


Y en 2005 pasa a ser Coordinador Técnico del Grupo de Rescate de Castilla y León. Al año siguiente accede a la Unidad Canina de GEBOCYL como instructor de rescate canino en catástrofes. Con esta Unidad le toca vivir un momento vital de su vida, el terremoto de Haití (2010). Y sin tiempo de superar lo vivido, acude al Tsunami de Valparaiso, Chile (2010).


También le ha tocado acudir como ayuda humanitaria, ante la crisis migratoria (inhumana), a Lesbos (2012) y revisar el muro Marruecos-Sahara, plagado de minas antipersonas.


Ante todo este tipo de sucesos decide crear a finales de 2015 la ONG G-FIRE (Gebocyl-Fire, Specialist Group CyL). Con esta ONG entra en contacto Natalie Halla, y de la relación entre ambos surge la participación de Paco Rivas en el documental The Life in Four Elements (Natalie Halla. 2017), y la visita al cineclub Fas, tras haber pasado por la Seminci·62 y el Mendi Film Festival-Bilbao·2017. La grandeza de Paco no acaba con este film.


2017 es como el año mágico, Paco se jubila (oficialmente) 37-38 años dándolo todo, su lema es ‘empatizar con las víctimas’…y eso no tiene fin.

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En 2019 recibe el premio ICAL (Agencia de información general de Castilla y León, creada en 1990, 30 años) al compromiso humano.


Y como botón de muestra sobre su humanidad-humanismo, en 2021, Volcán de La Palma, recibe la llamada de su hija Alhena (Psicóloga en Cruz Ruja) cuando estaba dando un curso en América, y se apunta sin dudarlo. Su labor: el acompañamiento, a la zona de rescate, a los vecinos que quieren recoger sus enseres además de descargar las cubiertas de ceniza para que no colapsen los tejados. Paco ‘infinito’.


Visitas al Fas:

Sesión 2320     22/05/2018   Life in Four Elements / Ainhoa (cm)

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