Histoir(e)s du cinéma

Con este aforismo, comienza Histoire(s) de Cinéma, que ha sido posible estrenar en nuestra ciudad gracias a la generosidad e inestimable colaboración del Instituto Francés de Bilbao. Acercarse a ellas en estas breves líneas, invita por una vez con gusto a lo publicitario y también a la modestia, ya que esta obra a producido, entre otras que conozca, el libro de Jacques Aumont, Amnésies (P.O.L., 1999), de más de 250 páginas, obra densa y magnífica, aunque en el fondo insatisfactoria por reductora. Ya que no es exagerado decir que estas Histoire(s) es una de las escasas obras de la historia del Arte, que es como un organismo vivo (una forma que piensa) y hasta se podría decir por sus resonancias religiosas: ¡que tiene alma!

Educado en el protestantismo, el hombre que puso en circulación la frase: ”un travelling es una cuestión moral”, es evidente que trasladará el punto de vista moral a todo lo que hace, hasta el punto de ser tachado de sermoneador y pedagogo-terrorista, en algunas fases de su larga (40 años ) carrera en el cine.

Film-ensayo contado en primera persona, Godard ha empleado los elementos básicos del cine, imagen y sonido + montaje, y las posibilidades que brinda el vídeo para las sobreimpresiones (en el sentido amplio del término), convirtiendo en virtudes sus defectos, como el aplanamiento de la imagen y la saturación de los colores.

Ensayo-poema gigantesco, que abraza todo el siglo, asombra que haya podido realizarse; al comienzo Godard cita a Brecht: ”examino con cuidado mi plan, es irrealizable”. Más de 10 años de trabajo, repasando miles de cassettes, músicas, documentos, en su pequeño laboratorio-taller de Rolle (Suiza), con sus máquinas posiblemente no muy sofisticadas, en una labor artesanal-virtuosa de montaje polifónico y perfeccionamiento, “de pensar con las manos”.

La historia del cine: demasiado tarde para los jóvenes, “que tendrían que pasarse 15 años en la filmoteca”, y fin de una época ¿el cine ha muerto?, sí, al menos como lo han entendido Bazin, Rossellini, Godard, y su relación con la Realidad, y si el vídeo al fin y al cabo era de la familia, no puede decirse lo mismo con la llegada de la informática, las imágenes de síntesis, el audiovisual.

Fervoroso admirador de Malraux, Godard ha querido hacer el equivalente de lo que hizo éste con las artes plásticas en su Museo imaginario. Heidegger, Baudelaire, Broch, Bataille…las voces de Pound, Celan nombrando a Margarete…un texto que parece contemporáneo sobre la guerra en Bosnia, es de ¡Victor Hugo!, la erudición, el pensamiento, la mirada acerada, el gusto refinado son las armas del artista moderno.

Y si, El lirio roto (referencia a la película de Griffith) es sin duda Nicholas Ray, desde la frase de Freud: “Padre, no ves que me quemo”, a la de San Pablo: “No te hagas daño, pues aun estamos todos aquí”, imposible resumir las referencias, los ecos, la polifonía (se emplean 7 lenguas), el poder ficcional de los trozos de film utilizados, la carga poética, la multiplicidad de sentidos y por un montaje de acumulación y compresión, su desbordamiento a veces en pura emoción…Oh!, fatal belleza…Por poner cualquier ejemplo, las imágenes paroxísticas del final de Duelo al sol, montadas con la música de Psicosis, el vibrante homenaje al cine italiano de posguerra, a partir de Roma, ciudad abierta “el único film que a resistido a la ocupación del cine por América”…A Hitchcock, “el único poeta maldito que ha tenido éxito”…

Incansable lector, señalemos dos citas que están en la génesis y forma de estas Histoire(s):

1) de Pierre Reverdy: “una imagen no es fuerte, porque sea brutal o fantástica, sino porque la asociación de ideas, es lejana y justa”.

2) la frase magnífica de Faulkner (con ecos en Euskadi): “defender a los muertos contra los vivos, proteger los huesos vacíos y pulverizados, el polvo inofensivo y sin defensa, contra la angustia y el dolor, y la inhumanidad de la raza humana”.

Iñaki Ochoa de Echagüen.