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El destino

Más conocido por estos lares como Averroes, Abu al-Walid ibn Rushd fue, además de médico y astrónomo, un prestigioso filósofo del siglo XII que vivió en Al-Andalus e interpretó la Metafísica de Aristóteles a la luz del Corán, lo que le trajo bastantes problemas con la ortodoxia islámica. Tal es el personaje que ha escogido Youssef Chahine, uno de los más importante y, sin duda, el menos desconocido de los cineastas egipcios, con medio siglo de profesión a sus espaldas, como protagonista de este filme que fustiga el fanatismo religioso y traza un claro paralelismo entre los fundamentalistas de entonces y los integristas islámicos de ahora, que lograron la prohibición en Egipto de su anterior película, L´Émigré, y que lo designaron como futura victima de un atentado. “Resultó humillante que la prohibieran - comenta el realizador - pero ello me hizo sacar adelante un sueño que tenía hace tiempo, hacer una película sobre la Edad de Oro de Islam, el Islam andaluz, el de la tolerancia, aquellos tiempos en que convivían musulmanes, cristianos y judíos, como en la Alejandría de mi infancia.


Partidario de no aburrir al espectador (“volví a leer los libros de Dumas y me di cuenta de que consigue hablar de temas muy serios de una manera divertida”), el director opta por una trama ágil en la que no faltan las aventuras ni los amores. Averroes, responsable de la administración de jiusticis y cada vez más hostigado por los fundamentalistas, que han enrolado a unos de sus hijos, observa cómo el Califa empieza a distanciarse de él y a dejarse influenciar por esta facción. Después del incendio de la casa del filósofo, sus familiares y amigos deciden copiar sus libros y llevarlos afuera para intentar slvarlos antes de que el fuego destruya la obra de toda una vida dedicada al estudio.


La narración es ágil, llena de peripecias y escasa en discursos, ya que el director deja que el pensamiento de Averroes se desprenda de su actitud vital y de su lucha contra los fanáticos cuyo modo de actuación, desde el reclutamiento hasta los designios de sus jefes, pasando por el lavado de cerebro y el entrenamiento, le interesa tanto como el propio personaje principal, muy bien encarnado por Nour El Cherif.


Felipe Arnold

(Texto basado en la crítica de Roseline Paelinck, Reseña nº 319, Septiembre de 2000).


Quizá la primera producción egipcia en el cineclub, esta película se basa en el influyente filósofo andaluz de la Baja Edad Media.


De  hecho, la historia se sitúa en el siglo XII, donde los amigos de Averroes tratan de conservar sus obras y librarse del fuego, ya que a lo largo de la historia siempre podemos encontrar libros, ideas al fin y al cabo, fumadores empedernidos.


Por aquél entonces, al parecer, en las tierras de Al 'Andalus había crecido una fructífera convivencia entre cristianos y judíos y musulmanes... a partir de entonces, los "reyes católicos" y les vinieron y los años a los higos.


A lo largo de la película podemos disfrutar de imágenes muy bellas, rodadas en el Líbano y Siria.

SESIÓN 1649 - 02/05/2000

Al-Massir · Egipto-Francia · 1997 · 135 min

Dir.: Youssef Chaine · G.: Youssef Chahine y Khaled Youssef · Fot.: Mohsen Nasr · Mús.: Kamal El Taweil y Yohia El Mouguy · Mon.: Rashida Abdel Salam · Act.: Nour El Cherif, Laila Eloui, Mahmoud Hemeida, Safia el Emary, Khaled el Nabaoui

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