top of page
Image-empty-state.png

El che

Entre la bisutería para esnobistas de lo que se lleva esta temporada, se encuentra una auténtica joya, labrada con el esfuerzo del trabajo a conciencia, que irradia los brillos ocultos del hombre sobre el que se ha construido una de las leyendas más imperecederas de este siglo. Se trata de El Che. El documental desvela pasajes ocultos de la biografía del revolucionario que prefirió morir por sus ideas antes que convertirse en un burócrata que firmaba los billetes del Banco de Cuba.


Tal vez haya que acercarse a este filme documental, con la apasionada curiosidad de quien va a descubrir todo un mito contemporáneo en imágenes reales: Ernesto Guevara, más conocido por el Che. Con la enorme dificultad de ir desgranando su historia, este documental nos acerca al personaje, con imágenes poderosas y, lo más importante, nunca vistas hasta ahora, así como mediante declaraciones de familiares, amigos y del propio Fidel Castro.


Sin duda, esta película, por su contenido, será una de las fuentes históricas más recurrentes para los biógrafos del próximo milenio. Y no lo decimos por lo que tenga de polémico, que por nada lo pretenden sus guionistas. Su interés reside en que el Che se descubre la gorra militar y nos sonríe, sin puro y sin barba, de niño y de joven, poco antes de montar en una vieja motocicleta o con su inhalador para combatir el asma. Más tarde, vendrían sus encuentros con el grupo; y luego: la barcaza, Sierra Madre en Cuba, etc., historias muy contadas, si bien todavía falte la equidistancia precisa para que sean escritas con un mínimo de rigor.


Y este rigor es otra de las claves del documental, que está basado en la biografía de un escritor francés con muchos años de diplomático y periodista en Sudamérica. Dugowson, en El Che, refleja el nacimiento del mito y sus razones para unirse a la insurrección; su aureola circular que abarca la generosidad sin límites, la fragilidad de su organismo -véase la entrevista con su amigo personal- y su final trágico, abandonado y traicionado. Por último, tenemos que reconocer el mérito de Kalfon al mostrarnos una figura de indudable carisma, pero humano, con su afición a las armas, su autoexigencia y su espíritu de sacrificio, mediante una realización impecable y con el contrapunto de una selecta banda sonora.


Daniel Rubio

(Texto basado en Dirigido 263 y Cine para Leer 1997).

SESIÓN 1603 - 15/12/1998

El Ché · España/Francia · 1996 · 96 min

Dir.: Maurice Dugowson · G.: Maurice Dugowson y Pierre Kalfon · Fot.: Federico Ribes, Ricardo Aronovich y F. Catonne · Mús.: Jorge Arriagada · Mon.: Joseph Licide· Act: Imágenes documentales

bottom of page