El último fin de semana

La nueva propuesta fílmica de Norberto Ramos del Val, el thriller fantástico “El último fin de semana”, es de esas cintas que dignifican el término independiente, una calificación que se otorga con ligereza a películas con presupuestos boyantes. La película del realizador cántabro es un filme a reivindicar porque más allá de su naturaleza humilde irradia profesionalidad, capacidad para gestionar recursos, orquestar a un puñado de buenos actores, y talento para crear una atmósfera adecuada. Eso es lo que debe ofrecer cualquier filme al margen de su presupuesto.

En “El último fin de semana” conviven dos películas. La de la superficie es un thriller de horror razonablemente eficiente que juega con la memoria del espectador: un grupo de amigas, con la inclusión de un elemento masculino desestabilizador, se lanza a unas breves vacaciones de aislamiento, que desembocarán en un carrusel de envidias, reproches y frustraciones.