A propósito de Buñuel

Probablemente, a Don Luis no le hubiese gustado nada ser motivo de ninguna clase de homenaje y menos si es por el centenario de su nacimiento, puesto que, haciendo un último chiste burlesco y retorcido como su personalidad, suguramente hubiese preferido festejar su propia muerte.

Ahora bien, puestos a rendirle tributo que mejor forma que recordando sus películas. Pero no es este un documental meramente descriptivo y testimonial, sino que ahonda en la faceta mas humana, desenmascarando los misterios y las pasiones de un hombre enigmático y genial, misión nada fácil, por cierto. Porque hablamos de un hombre con un legado de cincuenta años de cine que vivió en los ambientes mas cosmopolitas a través del Madrid de la Residencia de Estudiantes donde conoció a Lorca y Dalí, el París de la vanguardias, el Hollywood de entreguerras o la Nueva York de posguerra.

Lo que Buñuel desencadenó en El perro andaluz y La edad de oro tiene condición de revolución, de cataclismo moral y estético, de punto sin retorno en la evolución del conocimiento y de la imaginación, apropiándose del surrealismo. En el resto de sus películas de corte formal y realista, salvo excepciones, es una imagen que brota inesperadamente la que excede los límites de la realidad y nos conduce a zonas surrealistas. Inolvidables las perturbadoras imágenes de un hombre paseando en silencio con un saco al hombro en Ese oscuro objeto de deseo o la seccionada cabeza de Fernando Rey haciendo de campana en Tristana. Así, Buñuel encontró la horma de su zapato en el cine, el vehículo perfecto para jugar entre realidad y ficción, para provocar apariciones de los subterráneo en la superficie de las cosas comunes y golpearnos la mente indagando en las zonas mas oscuras del conocimiento.

En definitiva, es este conflicto entre el hombre y la divinidad, el deseo y sus penumbras, la libertad y sus fantasmas lo que caracteriza el cine y la vida de Luis Buñuel y lo que queda reflejado en este apasionante documental a través de las palabras de Jeanne Moreau, Ángela Molina, Arturo Ripstein y Paco Rabal, entre muchos otros.

Este  documental de hoy no nos aclara nada nuevo a cuenta de la personalidad  del Señor Buñuel y de su vida. Ahí está la infancia en Calanda, la  relación con Dalí, sus primeros pasos en París con los surrealistas, la  República, la guerra civil, el exilio en Nueva York, la vida en  México... esas cosas que sabemos de todas formas. Y todo esto está muy  bien si no sabes nada por cuenta de Buñuel, por eso este documental nos  hace aprender quién era nuestro personaje, un sujeto para las nuevas  generaciones y entregado obligatoriamente en todas las escuelas para  saber quién era y qué hizo Luis Buñuel.